Me aposentaba en una zona de corrientes, donde los peces se concentraban más al estar las aguas más oxigenadas, y en un solo lugar podía pasar horas y horas al límite de la insolación acompañado por el ruido de fondo de las cigarras. A esas horas no había un pez que se atreviera a subir arriba, salvo los alburnos, que en estas aguas proliferan, compitiendo por el alimento con bogas, escarchos y gobios (aquí llamados "cabezotas"), y que al final hacen que la jornada sea entretenida.
Así que, a falta de pesca con seca, es un buen momento para probar los barbos, bogas, truchas arcoiris y alguna común que pueblan estas aguas, con un aparejo de pesca a la polaca. En este caso meto en el final de la linea madre una "pedazo imitación" de lombriz del #6, un pelín chapucera, ya que estaba hecha con dos tiras de chenille unidas con el fuego del mechero; pero pesaba bastante, lo que hacía que la segunda ninfa, en este caso una típica imitación de ninfa de efémera, bajara a la zona de actividad de los peces.
Tras esta exposición, casi cualquier mortal hubiera pensado que las capturas conseguidas, mostradas a continuación, habrían entrado todas a la ninfa de efémera (por cierto parecida a la de esa entrada de hace años). Sin embargo ¡¡entraron a la imitación de lombriz!!! Aquí os pongo las bonitas arco iris que sucumbieron al estrafalario engaño.
Una vez más queda patente lo bonito de la pesca: Te pueden rechazar las moscas más bonitas y bien montadas, mientras que entran francas a una cosa que no sabes ni a lo que imita.
Un saludo a todos!!