jueves, 26 de mayo de 2011

NATURALEZA IMPRESIONANTE PERO POCA PESCA

En el día más caluroso hasta el momento de la primavera, nos dispusimos a pasar un día de pesca tras los rigores de los exámenes universitarios. El objetivo era ver cuál era el caudal de los ríos de montaña de la Sierra de Urbión y también echar unos lances en la Laguna Negra, en la cuál no pescabamos desde hace dos añitos.


Salimos de casa ya entrada la mañana, y llegamos a Vinuesa a eso de las 11, donde confluyen los ríos Revinuesa y Duero, entre otros, para formar el Pantano de la Cuerda del Pozo. Como podéis comprobar en la aplicación en el margen derecho, estaba bastante alto, y en algunos puntos las frías aguas besaban las cunetas de la carretera.


Tras ver que el "Revi" no llevaba un caudal muy grande, decidimos probar con las truchas de la Laguna Negra, que son las remanentes de lo que antes era un coto intensivo que particularmente me hizo pasar muy buenas tardes. El Ibón, testigo de las glaciaciones del Cuaternario, se presentaba impasible ante las rachas de viento que avecinaban tormenta y rodeado por la multicolor y exuberante flora primaveral. La pesca se avecinaba incómoda en estas condiciones, pero nos subió la moral que al cuarto lance, una pequeña arco iris siguiera de cerca mi estrímer sin finalmente atacarlo. Ese fue el único avistamiento de algo que se pareciera a una trucha en toda la mañana. Pero bueno, a falta de pan buenas son tortas, y nos divertimos un poco con los cachos que viajaban en cardúmenes recorriendo las orillas, además de deleitarnos con el paisaje y con la flora y la fauna de la zona.


Cacho de la Laguna Negra, que cayó en un tricóptero de ciervo



Prefoliación circinada, la forma de crecer los fronde de los helechos.


Otro ejemplar capturado con artes similares.



La lagartija roquera, Podarcis muralis, se deja ver entre los grandes pilares de piedra que abrazan la orilla de la laguna. En este caso creo que es un macho.


Finalmente, unos bocadillos fueron el mejor colofón para terminar una de tantas jornadas de pesca poco satisfactorias. Pero aun así disfrutamos de la naturaleza en su estado más puro.

Un saludo.







3 comentarios:

Josiño dijo...

Yo soy de lso que disfruta mucho del entorno y sus moradores. Cuando las cosas no pintan muy bien, me deleito con las vistas.
Espero que a medida que vaya avanzando la temporada, las jornadas sean más fructíferas.
Saludos

VICTOR dijo...

Todo llega si las poblaciones siguen estables, de todas formas es el entorno que rodea la jornada lo que hace que días de poca actividad sean agradables.
Saludos: http://moscamitica.blogspot.com/

chagua dijo...

Gracias amigos por los comentarios. La verdad tenéis ambos toda la razón, el entorno prima en la jornada de pesca, ya que, por ejemplo, no creo que a nadie le guste lanzar sus moscas al lado de un basurero. En cuanto a lo de las capturas,no hay que desmoralizarse, "no todos los días son días" y habrá que seguir intentándolo.
Un saludo!!!